TIEMPOPMEIT
Nota del autor. Ya va quedando poco para concluir. De nuevo nos encontramos con una nueva entrega para el taller de escritura que estoy realizando en una biblioteca pública de Madrid, impartido por la Escuela de Escritores. En esta ocasión, el ejercicio es redactar un relato surrealista de no más de 800 palabras. Una vez más, el reto, aparte de la temática, es encajonar una historia completa en tan pocas palabras. A ver qué os parece. Espero que os guste.
-TIEMPOPMEIT-
Alcé mi vista. Era medio día. El cielo se dobló sobre sí mismo como una hoja de papel, por un instante, pude ver el borde del universo, allí donde el infinito termina en una costura mal hecha. En ese momento exacto, un reloj de bolsillo apareció flotando frente a mí, como si lo hubiesen liberado de algún rincón del espacio-tiempo.
El reloj no tenía agujas, pero el tic-tac lo escuchaba claramente. Sin pensarlo demasiado, lo tomé, sentí un hormigueo en mis dedos. Apenas me rozó, mis manos se volvieron como de cristal, en su reflejo, vi a un anciano que no reconocía. Lo curioso era que el anciano también sostenía el reloj. ¿Era yo dentro de cien años? ¿Era alguien que había tocado el reloj antes? No tuve tiempo de responder, porque el anciano me guiñó un ojo y desapareció.
Al caminar con el reloj en la mano, los edificios empezaron a encoger, volviéndose casas de muñecas. Los peatones avanzaban en reversa, devolviendo palabras a sus bocas antes de siquiera pronunciarlas. Un hombre con sombrero de copa caminaba sobre el agua de una fuente, los peces nadaban en espiral por el aire, como si siguieran una danza invisible.
Intenté soltar el reloj, pero los dedos ya no me obedecían. Me di cuenta de que la ciudad no estaba sumida en el caos, era el tiempo el que se había convertido en un animal caprichoso y había tomado el control ganando al espacio, desequilibrando la esencia del cosmos. Entonces, escuché una voz que procedía del interior del reloj.
—No puedes devolver el espacio, solo moldear el tiempo con tus recuerdos y quizás...
Sin comprender del todo, cerré los ojos y pensé en un momento al azar para intentar revivirlo. Se impuso un pensamiento, el de mi séptimo cumpleaños. cuando los globos flotaban como planetas diminutos y mi madre cantaba con una voz que vibraba en cada rincón de la casa. Cuando abrí los ojos, estaba allí, en mi antigua casa, con las manos cubiertas de la nata de la tarta y el sol filtrándose por las cortinas. O eso pensé en un primer momento.
Algo no cuadraba. Mi madre tenía plumas en lugar de cabello, los globos eran ojos flotantes que parpadeaban en sincronía, el pastel giraba sobre sí mismo como un carrusel. Sentí vértigo. Había viajado al pasado, sí, pero el reloj se percató de mis intenciones e hizo el esfuerzo para asegurarse de que nada fuese como yo lo recordaba. Era un tiempo ajeno, deformado. ¿Cuántos universos? ¿Cuántas almas podía ocupar?
Decidí cerrar los ojos una vez más, concentrándome en el presente. Cuando los abrí, me di cuenta que mi billete a otro universo era solo de ida. Estaba en aquel mismo lugar con aquellas aberraciones que comenzaban a acecharme. Intenté mantener la calma y buscar una salida. El reloj permanecía pegado a mi mano y cada vez se apoderaba más de mi carne. Antes que dejara de ser mía, golpeé contra el suelo con todas mis fuerzas rompiendo el reloj en mil pedazos.
Se formó una especie de túnel infinito por el que ya caía, pero no me daba sensación alguna de movimiento. Pude vislumbrar un final. Una especie de suelo de ¿asfalto? Se hacia cada vez más grande, hasta que tocó mis pies. Estaba de nuevo en la ciudad. En mi ciudad.
Observaba ansioso y asustado hacia todos lados. Me calmé, todo me era reconocible. ¡Había funcionado! ¡Había escapado! Más tranquilo por encontrarme de regreso alcé mi vista. Era medio día. El cielo se dobló sobre sí mismo como una hoja de papel, por un instante, pude ver el borde del universo, allí donde el infinito termina en una costura mal hecha. En ese momento exacto, un reloj de bolsillo apareció flotando frente a mí, como si lo hubiesen liberado de algún rincón del espacio-tiempo...
-Fin-
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