Mensaje de madrugada.





-Mensaje de madrugada-
Microrrelatos. Volumen II


Algo lo despertó de su profundo sueño en aquella madrugada de verano. La brisa cálida entraba por la ventana, trayendo consigo los susurros nocturnos de la ciudad dormida. Parecía ser una voz que lo llamaba desde la oscuridad de su salón, un murmullo apenas audible que lo sacó de los brazos de Morfeo. Esperó, con la tranquilidad que proporcionaba pensar que era todo un sueño, pero el latido de su corazón acelerado le decía que algo no estaba bien.

Volvió a escuchar su nombre, esta vez con mayor claridad. La voz era familiar, pero a la vez desconocida, como si perteneciera a alguien que había conocido en otra vida. Se levantó y se acercó al salón con prudente miedo, cada paso resonando en el silencio de la madrugada. Las sombras se alargaban en las paredes, y la penumbra parecía cobrar vida propia.

Al llegar al salón, vio una silueta de pie, perfilada con la tenue luz que entraba por la ventana. El letrero de neón del edificio de enfrente parpadeaba, iluminando intermitentemente la figura con un resplandor espectral. Parecía mirarlo fijamente, con una intensidad que lo dejó sin aliento. La figura no era sólida, sino etérea, como si estuviera formada por la misma esencia de la noche.

—No lo hagas —dijo la silueta, con una voz suave pero firme, que resonó en el silencio como un eco persistente—.

Acto seguido, la silueta se desvaneció en el aire, disolviéndose en la oscuridad como una bruma matinal. El salón quedó en silencio, solo interrumpido por el leve zumbido del ventilador y el ruido lejano del tráfico nocturno. El hombre se quedó inmóvil, procesando lo que acababa de presenciar. Sentía un escalofrío recorriendo su espalda, y la habitación parecía más fría de lo que debería ser en una noche de verano.

Con el corazón aún acelerado, se acercó a la ventana y miró hacia la calle. Las luces de la ciudad titilaban en la distancia, y la vida continuaba su curso habitual. Sin embargo, él sabía que algo había cambiado. La advertencia de la silueta resonaba en su mente, y una sensación de urgencia y peligro lo envolvía.

Decidió no ignorar el mensaje. Aunque no comprendía completamente su significado, estaba decidido a averiguar qué era lo que no debía hacer. Pasó el resto de la noche en vela, reflexionando sobre las posibles implicaciones de la advertencia y buscando respuestas en los rincones de su memoria.

El amanecer llegó, y con él una nueva determinación. Sabía que debía desentrañar el misterio de la voz en la oscuridad y descubrir la verdad detrás de la silueta. Su vida había tomado un giro inesperado, y estaba dispuesto a enfrentar lo que fuera necesario para protegerse y comprender el mensaje que había recibido en aquella madrugada. Salió de su apartamento con una extraña sensación. Un impulso por querer hacer algo horrible. La extraña figura nocturna lo sabía con antelación, sabía de este sentimiento futuro y le ordenó no hacerlo. El camino hacia el trabajo se convirtió en una batalla de contradicciones. Hacer o no hacer. "He ahí el dilema". Solo faltaba saber el "qué".  


Comentarios

  1. ¡Buenas, James!
    Este relato es una joya contenida en la oscuridad. Desde la primera línea, hay una delicadeza en el uso del lenguaje que no solo describe, sino que evoca. La forma en que construyes las imágenes —esa silueta etérea "formada por la misma esencia de la noche", el zumbido del ventilador como única respuesta al misterio— demuestra una conciencia rítmica y sensorial muy bien afinada. La musicalidad narrativa se percibe en la cadencia de las frases, en las pausas medidas, en el modo en que el texto respira con la misma inquietud del protagonista.

    Me ha encantado cómo introduces la bomba de relojería con ese “No lo hagas” que irrumpe en el relato con una carga simbólica brutal. Desde ese punto, todo lo que ocurre está condicionado por esa frase no resuelta. El relato no explota: late. Y esa tensión sostenida es lo que lo vuelve tan poderoso.

    También me ha parecido muy logrado el uso del framing abierto. La historia arranca en plena noche, pero no se cierra allí: amanece. El protagonista sale a la calle con una decisión aún latente, con una contradicción no resuelta que transforma lo cotidiano en un dilema moral. La coherencia espacio-temporal es impecable, y el ritmo acompaña muy bien esa transición entre lo onírico y lo lúcido, entre lo que no entiende… y lo que empieza a intuir.

    Oscuro, elegante y con una técnica invisible que sostiene todo desde dentro. Una historia que se desliza entre el misterio y la conciencia como una advertencia que no termina de irse.
    En definitiva, por si no se ha notado: que me ha encantado. Creo que compartimos gustos similares (temáticas, tono, atmósfera, y esa mezcla de introspección y tensión psicológica).
    ¡Un abrazo, compañero!

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    1. Muchísimas Gracias Tarkion. Me dejas siempre sin palabras con tus acertados análisis. Muchas gracias, de veras. Un abrazo, compañero.

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  2. Tu relato es una pieza fascinante que mezcla misterio, tensión psicológica y un toque de lo sobrenatural, todo envuelto en una atmósfera nocturna que intensifica la intriga. Me parece que logras captar muy bien la atención del lector desde el inicio con esa sensación de inquietud que despierta al protagonista, y la manera en que describes el ambiente —la brisa cálida, los susurros de la ciudad, las sombras alargadas— crea una imagen vívida y envolvente.
    La introducción de la silueta etérea es un giro interesante que añade profundidad al relato. Su presencia, a la vez familiar y extraña, junto con la advertencia críptica de "No lo hagas", deja al lector con preguntas que alimentan la curiosidad: ¿quién o qué es esa figura? ¿Por qué sabe algo que el protagonista aún no comprende? La ambigüedad de su mensaje es un acierto, ya que permite que la tensión se mantenga y que el lector se sienta tan perdido como el propio personaje.
    El desarrollo interno del protagonista, desde el miedo inicial hasta la determinación de enfrentar el misterio, está muy bien trabajado. Me gusta cómo lo muestras lidiando con sus emociones —el corazón acelerado, el escalofrío, la urgencia— y cómo esto lo lleva a un punto de inflexión. El final, con ese impulso oscuro que surge en él y la referencia a la lucha interna ("Hacer o no hacer. 'He ahí el dilema'"), es un cierre potente que deja la historia abierta a interpretaciones, pero también sugiere que la advertencia de la silueta tiene un peso mucho mayor del que parecía al principio.
    Si me permito una pequeña observación, creo que podrías explorar un poco más la naturaleza de ese "impulso por querer hacer algo horrible". Aunque dejarlo vago funciona bien para mantener el misterio, tal vez una pista sutil —un pensamiento fugaz o una imagen que cruce su mente— podría darle aún más fuerza al conflicto interno sin revelar demasiado. Por ejemplo, algo que conecte con su pasado o con la familiaridad de la voz.
    En resumen, es un relato muy evocador y bien escrito, con una atmósfera que atrapa y un final que invita a reflexionar. Me dejó con ganas de saber más sobre el protagonista y ese "qué" que aún no conocemos.
    Felicidades.

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    1. Muchísimas gracias, mi estimado Marcos. Gracias por tu análisis, lectura y comentario. Siempre son gratos y de ayuda. En cuanto a las incógnitas, este relato tengo intención de continuarlo. Está concebido así desde el inicio. Esta solo es una primera parte. Un abrazo, Marcos. Nos leemos.

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