Vampiro

Vampiro

"Vampiro"



Microrrelato original

Amaneció tumbado en un pequeño callejón sin salida. No recordaba nada de lo que ocurrió la noche pasada. Eso solo podía significar que se lo había pasado en grande en aquella fiesta, aquella noche. El dolor de cabeza le sonaba a resaca. Se puso en pie y encaminó sus torpes pasos en dirección a su casa.

De camino surgían pequeños fogonazos en forma de imágenes que le recordaban fragmentos de aquella noche. Una mujer. Un abrazo. Un mordisco...

El sol comenzaba a molestarlo.

***

Versión 2 del microrrelato original

Amaneció tumbado en un pequeño callejón sin salida. No recordaba nada de aquella noche. Al principio pensó que su amnesia temporal se debía a los excesos en aquella extraña e improvisada fiesta.
El dolor de cabeza le sonaba a resaca. Se puso en pie y encaminó sus torpes pasos en dirección a su casa. De camino surgían pequeños fogonazos en forma de imágenes que le recordaban fragmentos de aquella noche. 
Una mujer. Un abrazo. Un mordisco... 
El sol comenzaba a molestarlo. 



Versión ampliada


Despertó en un callejón sin salida, su cuerpo yacía sobre el frío pavimento. La noche anterior era un borrón en su memoria, solo quedaban fragmentos de recuerdos que parecían más sueños que realidad. La fiesta, la música, las risas, todo indicaba que había sido una noche para recordar, si tan solo pudiera recordar.

El dolor en su cabeza palpitaba al ritmo de su corazón, un claro indicativo de la resaca que estaba por venir. Se levantó con dificultad, apoyándose en la pared del callejón mientras intentaba poner en orden sus pensamientos. Comenzó a caminar hacia su casa, cada paso era un esfuerzo, pero necesitaba llegar a un lugar seguro.

Mientras caminaba, imágenes de la noche anterior comenzaron a aparecer en su mente. Eran como fogonazos, breves y desordenados, pero suficientes para darle una idea de lo que había ocurrido. Recordó a una mujer, su rostro era un misterio, pero su presencia era innegable. Recordó un abrazo, cálido y reconfortante, y luego un mordisco, rápido y sorprendente.

El sol comenzaba a elevarse en el cielo, sus rayos golpeaban su piel causándole una sensación de incomodidad. No era solo el calor, era como si su piel estuviera rechazando la luz del sol. Se cubrió con la chaqueta que llevaba y aceleró el paso.

Las imágenes continuaban apareciendo, cada vez más claras. La mujer, el abrazo, el mordisco. Todo comenzaba a tener sentido, pero era un sentido que desafiaba toda lógica. No podía ser cierto, no podía ser real. Pero la evidencia estaba allí, en su piel ardiendo bajo el sol, en los recuerdos de la noche anterior, en el mordisco.

Llegó a su casa y se apresuró a entrar, aliviado de estar fuera del alcance del sol. Se miró en el espejo y por un momento no reconoció al hombre que le devolvía la mirada. Sus ojos, antes marrones, ahora eran de un color rojo intenso. El mordisco en su cuello ya no era una simple marca, era la prueba de su nueva realidad.

Había amanecido en un callejón sin salida, sin recuerdos de la noche anterior. Pero ahora, al caer la noche, recordaba todo con una claridad aterradora. No era solo una resaca lo que le afectaba, era algo mucho más profundo, mucho más oscuro. Era el comienzo de su nueva vida, o más bien, de su nueva existencia.

Comentarios

  1. Me encantan los relatos de vampiros, muy bueno👏Un saludo🌹

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    1. Gracias Dakota por pasarte y dejar tu comentario. Me alegro que te guste la temática. He pensado tomar como referencia este principio para desarrollar una historia algo más extensa. Aun le estoy dando una vuelta. Un saludo!!

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