Tarot

"Tarot"

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Tarot - Microrrelato original

Nunca creyó en el destino. Ni en los poderes sobrenaturales. Aquellas brujas y brujos que echaban las cartas, que adivinaban el porvenir, los consideraba unos charlatanes. Pero aquella carta del Tarot con la muerte que aquella gitana le echo mientras daba un paseo por el parque, es lo que vino a su mente justo en el momento en el que la trampa mortal de las llamas en el interior de la habitación de su apartamento, terminaban de consumirlo.


Tarot - Versión ampliada


Las llamas danzaban con una ferocidad inhumana, devorando todo a su paso. El humo espeso llenaba sus pulmones, asfixiándolo lentamente. Las paredes crujían, y el calor era insoportable. En ese instante, la imagen de la gitana se materializó frente a él. Sus ojos oscuros parecían penetrar su alma, y su voz resonó en su mente:

El destino es inexorable, querido. No puedes escapar de él. La muerte te reclama, como lo hace con todos nosotros. Las llamas son solo su mensajera.

¿Cómo podía ser cierto? ¿Cómo podía la gitana haber predicho su final? Había reído ante sus advertencias, pero ahora, mientras el fuego rugía a su alrededor, se dio cuenta de que no había escapatoria. El destino había tejido su trampa, y él había caído en ella.

Recordó su vida: los amores perdidos, las oportunidades desperdiciadas, los secretos guardados. ¿Había sido él el arquitecto de su propia destrucción? ¿O simplemente era un títere en manos del destino?

Las llamas lamieron su piel, y el dolor se volvió insoportable. Cerró los ojos y se dejó llevar por el calor abrasador. La gitana tenía razón. El destino no era una ilusión. Era real, tangible, y ahora lo envolvía como un sudario ardiente.

Y así, en medio del fuego y la oscuridad, su último pensamiento fue para aquella carta del Tarot: la muerte, implacable y segura. El destino había llegado por él, y no había escapatoria. Solo quedaba aceptar su abrazo ardiente y dejar que las llamas lo consumieran por completo.

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