El viajante

 "El viajante"

"El viajante"

 "El viajante" microrrelato original

Se vio un fogonazo de luz y apareció un hombre. De extrañas ropas. Empezó a levantar los brazos -"Lo he conseguido" gritaba de júbilo. De pronto, cambió el semblante, la alegría por seriedad y ésta tornó en tristeza. Comenzó a llorar desesperadamente. La gente se acercó y preguntó qué le ocurría. El hombre dijo que lo que más quería en esta vida era su hijo. Nunca lo volvería a ver. Preguntaron por qué estaba tan seguro de eso. Y respondió: Inventé la máquina del tiempo. Y lo he conseguido...

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"El viajante" versión ampliada

Un hombre, vestido con ropajes extraños, aparece de repente en medio de un destello de luz. Su rostro irradia júbilo mientras levanta los brazos y exclama que ha logrado su objetivo. Sin embargo, su alegría se desvanece rápidamente, dando paso a una seriedad que pronto se transforma en tristeza.

El hombre parece haber viajado desde un tiempo y lugar lejanos. Sus ropajes son de un estilo que no se ha visto antes, y su máquina del tiempo, una maravilla de la ingeniería, es un testimonio de su genialidad. Pero a pesar de su logro científico monumental, el hombre está lejos de estar contento.

Llora con desesperación, sus lágrimas caen como un torrente por sus desgastadas mejillas. La gente, movida por la curiosidad y la preocupación, le preguntan qué le ocurre, por qué llora después de haber logrado algo tan increíble. Es entonces cuando revela su dolorosa realidad.

A pesar de haber inventado una máquina del tiempo, a pesar de haber logrado lo que muchos considerarían imposible, se enfrenta a la angustiosa verdad: nunca volverá a ver a su hijo. El viaje era solo de ida…pero se daba cuenta ahora. En su búsqueda de progreso, en su deseo de avanzar la ciencia, ha perdido lo que más amaba en el mundo. Ha viajado en el tiempo, pero ahora solo es un hombre de esta nueva época donde ha aparecido. Sin nada. Solo él, sus ropajes y su testimonio de haber viajado en el tiempo…